El pitazo final

Dentro del recuerdo de los diez años del Mundial 2007 que se disputó en Mendoza, Futsal de Primera no se olvidó de una persona que hizo mucho por este deporte primer dentro y luego fuera de las canchas.

Darío Brusadin es sinónimo de futsal en todas partes. Ese torneo no fue uno más en su larga carrera como árbitro, porque dirigió ahí su último partido internacional

“Sin dudas que el Mundial del 2007 en Mendoza fue por varios motivos especial para mí. Sabía que sería el cuarto y último Mundial y nada menos en Mendoza, donde yo hacía 4 años que me había ido a Tierra del Fuego. Tenía toda la ilusión de poder dirigir la inauguración y despedirme en el tercer y cuarto puesto y ver a mi Argentina campeón del mundo. Las dos primeras se me dieron y la tercera, que era la que más deseaba no se dio.

Fue muy lindo ver los estadios mendocinos repletos de gente en un certamen que tuvo un gran nivel. Luego de ese Mundial regresé a Ushuaia y al año siguiente ya volví a Mendoza

Tengo los mejores recuerdos de ese mundial, ya que cuando podía me escapaba del hotel para ver a mis viejos y también compartí los últimos momentos de su vida con mi padre del arbitraje que fue y es el Pelado Horacio Peralta.