Ellos se lo merecen
Los jugadores argentinos cumplieron el sueño de ser campeones mundiales y lo hicieron ante su gente
Ellos son los que entrenan, ellos son los que viajan, los que se ponen la camiseta, Ellos son los que ganan y a aveces pierden. Los que nos hacen sufrir pero también festejar.
El título obtenido este domingo por el seleccionado argentino dejó miles de cosas por contar, pero todo esto está dirigido a los jugadores y al cuerpo técnico, los principales hacedores de este histórico logro para el futsal nacional.
En este deporte amateur se necesita estudiar o trabajar además de jugar. Eso lo saben todos. Pero este grupo de futbolistas se propuso desde hace muchos meses un objetivo.
Ese que a muchos de los que hoy son campeones se les negó una, dos y hasta tres veces. Pero el desafío estaba puesto en poder ser campeón y ante su gente. Esa que siempre está sea el lugar que sea y a la hora que sea.
Días y días de viajes, distintas concentraciones y partidos amistosos fueron pasaron. El 10 de marzo un grupo de doce jugadores arrancaron con la última parte de esta travesía que iba a terminar el domingo 7 de abril con el mejor resultado.
Estos jugadores dejaron por un mes sus estudios, sus familias, sus trabajos y, en algunos casos, los hijos. El esfuerzo y el sacrificio de estar lejos de todo eso era grande, pero había una meta, un objetivo en común.
Desde que llegaron a Misiones fueron tratados como ídolos, como esos que se ven todos los fines de semana por televisión. Pero eran los mismos jugadores que pagan por jugar a este deporte.
Durante la semana que duró el Mundial todo fue saliendo como estaba previsto. Los resultados eran favorables y la ilusión de llegar al fin de semana era cada vez más.
Las últimos dos partidos fueron el “verdadero” mundial, con rivales a la altura de lo que Argentina y con partidos verdaderamente atractivos.
Llegó la final, el partido que todos queríamos ver. Durante los cincuenta minutos que duró el mismo se vivieron cientos de sensaciones.
Pero el destino o la suerte iban a estar del lado del la albiceleste. Era el Mundial de Argentina y se iba a escapar. Se sufrió por momentos pero se disfrutó y se disfrutará por siempre.
El título es de ellos, la gloria, la copa, las felicitaciones, los flashes, las notas y demás. “Se cumplió un sueño” dijeron muchos y es cierto. Tantos años dedicados a este deporte tuvieron su recompensa.
Por eso, ellos se lo merecen.
Fotos: Andrés Arequipa