Matadores con hambre de gloria
Talleres B logró el batacazo, venció a Regatas A por tiros desde el punto penal por 2 a 0, y se convirtió en uno de los finalistas de la Copa Mendoza.
IGNACIO SAMPEDRO
Talleres B venció por penales a Regatas A por 2 a 0 y se clasificó finalista de la Copa Mendoza. En el tiempo regular habían igualado 1 a 1 y el mismo resultado se dio en el alargue.
El partido comenzó con Regatas A apretando arriba, presión asfixiante, en el área defendida por Andrés Mancifesta, rápidamente la presión surgía frutos y Regatas tubo dos chances en los primeros 3 minutos aunque ni Nahuel Parada ni Marcos Basile pudieron resolver con pericia.
Con el correr de los minutos el equipo local empezó a sentirse más cómodo, Sebastián Piña comenzaba a tener sus oportunidades, 2 veces fueron buenos derechazo que Mauro Albertini se encargó de desactivar.
El partido era deslucido, Regatas tenía le pelota, pero le faltaba movilidad y velocidad al momento de trasladarse, sumado al agravante que en las pocas ocasiones generadas, tampoco contaba con suerte. Esto se dio cuando Parada tocó a Gallegos, y Jony desde el vértice del área derecho coloco la pelota y el palo derecho le dijo que no.
En la jugada más clara del primer tiempo, luego de una rebote, Pepe Parada quedó sólo frente al arco y al momento de definir, remato afuera, perdiéndose un gol increíble.
La parte inicial moría y faltando 20 segundos Diego Busso tocó a Matías Lara y el ala por el segundo palo no llego a conectar.
El cansancio y la inactividad comenzaba a pasar factura en ambos conjuntos, Regatas A se veía un poco más cansado y Talleres B comenzó a creer que la posibilidad de ganar el partido era concreta.
A los 3′ Lara le punteó la pelota a Gallegos y esta suavemente fue hacia el arco de un vencido Albertini, aunque la pelota dio en el palo y salió afuera.
Ahora el azulgrana era un poco mejor. Sebastián Piña recibió de pívot, con el cuerpo le ganó a Gallegos y ante la salida del arquero tocó al segundo paro para la llegada de Mauro Colombano que anotó el 1 a 0.
Sin embargo la alegría del Matador duró poco, 40 segundos, exactamente cuándo Parada tocó a Prados, Pachuza recibió de pívot, aguantó y habilitó con un toque preciso a Parada, que definió sutilmente picándola ante Mancifesta para el 1 a 1.
En un minuto se vivieron todas las emociones del segundo tiempo. Ambos equipos cayeron en un embudo, dónde aburrieron en el segundo tiempo, producto del cansancio, quizás de las imprecisiones, o de la monotonía del juego.
Pero esto era lo emocionante de la semifinal de la Copa Mendoza, un partido que se tenía que definir si o sí.
El partido se iba a Alargue, 2 tiempos de 5 minutos a todo o nada, el favorito de siempre contra la revelación de la temporada.
El alargue arrancó mejor para el Lago. Parada ganó por el costado, pero definió al cuerpo de Mancifesta que tapó rápido, a los 2’10 se lo perdía Gallegos por el segundo palo.
Matías Lara recibió en el costado izquierdo, mano a mano frente a Basile, lo gambeteo por la izquierda, y desde el costado del área sacó un zurdazo que se le clavó en el costado superior derecho del Arquero para el 2 a 1. Golazo para el Matador que se calzaba el traje de finalista. A los 4’10 en una jugada de tiro libre otra vez Lara sacó un zurdazo y la pelota se fue cerquita.
Empezaba el segundo tiempo, y Regatas al minuto llegó al empate, Parada recibió en la derecha tocó para Prados, que convirtiéndose en artista dibujó un pase preciso a las espaldas de todos los jugadores de Talleres B para que Gallegos sólo por el segundo palo, a media altura convirtiera el empate.
Ambos equipos ya no tenían fuerzas, el resto del alargue se disputo con dientes apretados, y mucha voluntad pero poco fútbol y las cosas terminaron en tabla.
Se venían los penales, dónde todo podía pasar.
El primero en patear fue Martín Quinteros que remató a la derecha de David Riveros que fue a la izquierda.
El segundo fue Jonathan Gallegos, que sacó un disparo a media altura fuerte a la derecha, Mancifesta, en una gran muestra de reflejos, eligió el mismo lado y con el cuerpo desvío la pelota.
El tercer penal era para Gastón Fernández, el cadete y una de las mayores promesas del futsal mendocino, se paró frente a la pelota, dio unos pasos, prácticamente sin carrera, engañó a David Riveros y también a la derecha convirtió el 2 a 0
Toda la responsabilidad era para Álvaro Figueroa que remató abajo a la derecha del portero, ya convertido en héroe adivinó el penal y con la pierna desvió el remate para decretar, que Talleres B se convertía en el primer finalista de la Copa Mendoza
Gran partido para el joven equipo tallarín que demostró en este partido tener hambre de gloria y sueña con poder gritar campeón el día domingo frente a Regatas B y que además todavía debe jugar en Cuartos de Final frente al rival que dejó atrás en semifinales.