Cambia para crecer

Formó y formará parte de la camada dorada del futsal mendocino, campeones mundiales C20 y es parte también de la Legión Mendocina en Italia.

Está a punto de comenzar su segunda temporada en el futsal profesional de ese país, aunque con un nuevo desafío en otro club y en una categoría superior.

En sus últimos días en Mendoza y antes de viajar hacia Europa, Lucio Moragas charló con Futsal de Primera e hizo un balance de lo que fue su primera experiencia fuera del país, su nuevo club, el Mundial 2014, entre otras cosas.

Para la temporada 2017-2017 el ex Alemán dejó al Buldog Lucrezia de la Serie B para defender ahora los colores del Virtus Noicattaro de la Serie A2

“Fue muy bueno poder vivir esa experiencia. Al ser profesional entrenábamos dos veces al día, casi todos los días. A nivel futbolístico es muy parecido a Mendoza por la intensidad de cómo se juega. El juego es un poco más físico que acá pero bien, no me costó el cambio” comenzó contando Lucio que recibió a FDP en el club Alemán.

-Arrancás otra temporada, pero cambiaste de club y de categoría…

-Feliz de tener una nueva oportunidad, de cambiar de aire. Muy motivado y con ganas de demostrar lo que hice la temporada pasada en una categoría superior. Estoy muy contento de estar en este nuevo club. Tengo buenas referencias de los dirigentes, de cómo se manejan. Es un club grande y bien organizado.

– ¿Cómo es la gente los días de partido?, ¿Va mucha gente a verlos?

-La mayoría de los clubes son de pueblo, entonces cuando hay partidos, va todo el pueblo a alentar. Va mucha gente a la cancha, porque la gente apoya mucho a todos los deportes.

– ¿Cómo era un día tuyo en Italia?

-Un día normal, después de desayunar íbamos en micro a entrenar al club. De 10 a 12 en el gimnasio, volvíamos a casa a almorzar y descansar y de 7 a 10 de la noche de vuelta a entrenar.

– ¿Extrañaste mucho a tus amigos, al club, a la familia?

-Sí, me costó mucho los últimos meses. Los primeros fueron más llevaderos por ser todo nuevo y la motivación de jugar. En la parte final, sí a la familia, a las costumbres. Se vive muy diferente.

– ¿Cómo es la vida en el lugar donde vos estuviste?

-Es una vida muy relajada. Tuvimos la suerte de vivir en un pueblo, se vive muy distinto, es muy tranquilo y a mí me gustó bastante.

– ¿Qué recuerdos tenés de esa etapa del 2011 cuando fueron campeones juveniles con la selección de Mendoza?

-Primero que nada, somos amigos. Lo lindo es que no empezó con el Mundial 2014, empezó en 2011 en el juvenil. Es muy lindo que haya durado tantos años. Hemos ganado mucho. Lo que más rescato de este deporte haber hecho amigos y haber compartido esos momentos.

-De acuerdo a tu experiencia, ¿qué le dirías a un chico que hoy ves entrenando en Alemán?

-Principalmente si les gusta y si hacer el esfuerzo, pueden llegar lejos. Yo vengo al club y siempre estoy ayudando a los chicos, motivándolos. Si nos preguntas ahora a todos los que jugamos en Italia si no imaginábamos poder jugar allá, ninguno lo hubiese imaginado. Se puede llegar.

-Qué significa para vos o para el club que el Beto Lucero esté dirigiendo a Alemán?

-Beto es una gran persona. Después un gran entrenador, de los mejores que hay en Mendoza. Para Alemán es un salto gigante. Siempre ha habido buenos entrenadores, pero el Beto está un paso adelante que todos. Es un salto de calidad para el club y ya en este torneo se está notando la mano de él.

-¿Estuviste al tanto de lo pasaba en Mendoza durante ese año?

-Siempre informado de todo lo que pasaba acá. Pero como todos sabemos, Mendoza es la gran potencia tanto en el femenino como masculino y contento por haber estado en los procesos y sé cómo se trabaja acá.

-Y haciendo una comparación entre Italia y Mendoza, ¿qué le estaría faltando al futsal local?

-De lo que es el juego no le falta nada. Habría que darle mayor profesionalidad. La diferencia más grande es que para ellos el futsal es lo principal. Acá hay que trabajar, mantener una familia o estudiar.

– ¿Por estar hoy donde estás, además de la familia, a quién le quisieras agradecer?

-Agradecer a al club Alemán y a Ariel Casazza, que me dio una mano muy grande desde que empecé en Alemán, fue quien me trajo al club y me formó como jugador.