22 diciembre, 2024

Schlebush pateó el tablero y se fue

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El director técnico de Comodoro Rivadavia, quedó muy contrariado por la decisión de la suspensión del Argentino A y presentó la renuncia a su cargo. “Ya está, no dirijo nunca más” expresó.

Ayer (por el lunes) la Confederación Argentina emitió el comunicado oficial confirmando lo que se especulaba hace varios días, “hasta que no haya premios y castigos, este Argentino nunca tendrá éxito. Los campeones tienen que ir, por ejemplo, a un Sudamericano, los descensos son una mentira y los que desisten de ir a último momento, como pasó en esta oportunidad, tienen que ser sancionados, y la sanción que corresponde es no permitirles a los equipos de esas federaciones participar en la División de Honor de clubes”, afirmó.

Aunque inmediatamente y casi sin consultarle añadió, “sucede que la Confederación nunca multará debido a que se le arruinará el negocio, porque la CAFS existe gracias a las inscripciones de los clubes que van a la Liga de Honor, y si los castiga, pierde mucha plata”, agregando, “fijate que el otro día a ustedes Bonnettini les dijo que había más de 300 equipos en todo el país, pero es por una conveniencia de ellos y porque reciben un premio; por ejemplo los ganadores de Honor van a un Panamericano. A este Argentino de selecciones no le interesa a nadie porque no hay ningún incentivo”.

El equipo comodorense ya estaba definido y entrenaba desde el 18 de julio en los gimnasios del Pueyrredón y Nº 1, “los directivos se cag… en el trabajo y en el tiempo de los jugadores y de los entrenadores, no consideran nada de eso, de todo el esfuerzo que hicimos; la verdad es que tengo mucha impotencia y más que nada porque si me pongo a pelear contra los grandes directivos, es seguro que no nunca voy a ganar”.

Si bien esta resolución lo impulsó a abandonar la dirección técnica, hubo otras situaciones que lo incomodaron, “cuando estábamos entrenando, la asistencia de los jugadores no era muy buena, entonces les transmití a los dirigentes locales que les preguntaran si no iban porque el problema era yo, y si dos respondían que sí, me iba a la mier… y que agarrara cualquiera, total a estos jugadores había que darle la camiseta y cambiarlos cuando estaban cansados, nada más, porque son todos muy buenos y tienen nivel, pero uno siempre trata de pulirlos, de que mejoren y de enseñarles algo más”.

Schlebush reconoce que quizá también la situación pasa por él, “capaz mi ciclo esté cumplido y yo sea un viejo calentón, no sé, pero noto que no hay compromiso y nadie apunta a algo serio. Espero que me equivoque, pero un Panamericano como organizó Casino en su oportunidad, no se jugará nunca más en nuestra ciudad, nadie tiene aspiraciones de nada y así estamos muy mal”.

Inclusive en la última presentación de Casino por el Apertura local, cuando perdió con A. L. El Tiburón, se fue de la cancha antes que finalizar el juego, “no me hacían caso y me enojé con mis jugadores y me fui. Tampoco voy a seguir con Ameghino, hablé con ellos y se los comuniqué, seguirán hasta fin de año y después verán”. En su ofuscada locución fue crítico con la disciplina, “se perdió la credibilidad en el entrenamiento. El campeonato actual es muy malo, la mayoría de los jugadores lo único que hacen es ir los fines de semana a jugar y luego a tomar unas cervezasy eso pasa porque no hay motivación y tampoco ayuda el campeonato, porque jugamos cada 15 días y a veces hasta solo una vez al mes, está todo mal. Se están perdiendo muchas cosas y estamos emparejando para abajo mal”.

Sobre su decisión de alejarse de la orientación táctica se explayó, “seguro que algunos pensarán que estoy hablando en caliente y que más adelante voy a regresar, pero no creo que eso pase. Como esto me apasiona, antes estaba dos meses sin hacer nada y como que necesitaba dirigir y por eso volvía, pero ahora creo que será diferente, porque estoy más viejo y prefiero realizar un proyecto para enseñar antes que “romperme la cabeza”.

Sobre su idea detalló, “no quiero hacer una clínica, sino enseñarles y acompañar a equipos juveniles o equipos de Honor que quieran crecer. Les daría un trabajo y, de vez en cuando, ir ver como lo están haciendo y seguir con ellos, capacitar a los jugadores y a los técnicos, y también me gustaría acompañar a los cuerpos técnicos de las selecciones promocionales, porque hay nivel y calidad y solo les falta más trabajo y prepararlos bien para un nacional, que es muy distintos al torneo local. En síntesis quiero hacer un trabajo de docencia y que los chicos estén lo mejor preparado posible”.

Fuente: Diario Crónica de Comodoro Rivadavia

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