18 octubre, 2024

Lo bueno y lo malo que dejó la División de Honor

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Un equipo de Mendoza campeón, estadios llenos, gente que no pudo ingresar y un cambio de último momento que salió muy bien

Fueron siete días intensos de muchos partidos, seis estadios a lo largo de una semana, mucha logística que requiere de mucha organización. Así es una División de Honor, albergar a 32 equipos durante siete jornadas no es tarea fácil, pero Mendoza está acostumbrada a ser sede de este tipo de eventos.

El torneo de clubes más importante que tiene el futsal argentino se volvió a disputar en nuestra provincia después de seis años y fue un éxito a nivel deportivo. Primero porque los seis equipos locales avanzaron a los octavos de final, hubo dos cruces entre ellos y dos llegaron a semifinales. La frutilla del postre fue la consagración de Jockey Club, tras 26 años.

El desempeño de los equipos mendocino estuvo a la altura de las circunstancias, como estaba pronosticado desde antes que comenzara el torneo. El profesionalismo con el que encararon este campeonato es cada vez mayor y eso se vio reflejado en todas las canchas. Algunos se reforzaron con futbolistas de otros clubes y otros optaron por incorporar a los que estaban en el exterior.

El único gran ausente fue Nicolás Páez en Jockey Club. Porque Renzo Grasso, que no iba a jugar por una lesión, terminó apareciendo para Cementista en la semifinal frente al Burrero. En resumen, estuvieron todos, los mejores.

La gente de Talleres colmando una de las tribuna del microestadio de Don Orione

Y cuando la propuesta es buena o muy buena dentro de las canchas, la gente elige ir a ver futsal. El público mendocino se sigue volcando en gran número cada vez que hay un evento importante, pero faltaba saber cómo sería con un campeonato de clubes. Porque cuando vino la selección Argentina en 2018 y con la selección de Mendoza el año pasado el estadio más importante que hay en esta provincia se llenó.

La primera falla en la organización fue darle la posibilidad a los clubes de elegir, en caso de se cruzaran entre sí, el estadio para jugar. Y eso terminó sucediendo el pasado miércoles en el choque entre Jockey Club y Talleres en el micro estadio de Don Orione. Se juntó una gran cantidad de público es un recinto que no suele recibir esa cantidad de gente. Unas 900 pudieron comprar su entrada y ver el partido y otras se quedaron afuera.

Desde un principio, dirigentes de FEFUSA afirmaron que las semifinales y final se iban a desarrollar en el estadio de Talleres. El destino quiso que otra vez dos mendocinos se vieran las caras. Jockey Club y Cementista se jugaban una “final” anticipada el viernes en semifinales, buscando un lugar en el encuentro decisivo.

El estadio de Talleres completo durante la semifinal entre Cementista y Jockey Club

Y pasó lo que se sabía que iba a suceder. Dos equipos con mucha convocatoria colmaron las instalaciones del Salvador Bonnano y la queja de la gente de que se había quedado sin poder comprar si ticket y de por qué no se jugaba en el Arena Aconcagua.

Si algo quedó claro ese día es que Talleres queda chico para este tipo de partidos. El Templo del Futsal como se lo conoce en la jerga salonera ya no es compatible para encuentros como el que se vio el viernes. Poco lugar para la circulación de la gente, sin espacios para la gente que trabaja en prensa y el problema del estacionamiento en la zona que genera la asistencia de gran cantidad de público, hicieron que el sábado a la mañana, previo a la final sea intenso.

Los dirigente de FEFUSA tomaron nota de lo que pasó en el estadio Azulgrana y rápidamente, y de manera muy acertada, dieran un volantazo de última hora para trasladar el partido por el tercer puesto y la final al Arena Aconcagua.

El esfuerzo y la gestión se hizo y salió muy bien. Más allá del resultado deportivo que fue favorable a Jockey Club y sobre todo al futsal de Mendoza, la gente le volvió a dar el OK al deporte local porque asistieron 4200 personas, un número muy importante para el deporte amateur.

El balance de la División de Honor fue positivo. Un equipo de Mendoza campeón después de ocho años, estadios llenos, gran nivel deportivo mostrado por los clubes fueron los puntos altos. ¿Se cometieron errores?, sí. Se solucionaron a tiempo y la última jornada fue una fiesta.

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